miércoles, 29 de agosto de 2012

Una puesta de Luna

 

 


La puesta de la Luna hacia las tres y media de la madrugada del 27
de agosto vista desde las afueras del Padul.
Aunque nos pretendan convencer de las bondades de las energías
'limpias' no deberíamos olvidar nunca que la energía más limpia es
la que no se consume. Los modernos aerogeneradores constituyen
un agente contaminante del paisaje de primer orden. Sus decenas
de metros de envergadura los hace visibles a decenas de kilómetros
caracterizando un paisaje ya mucho más que sobrado de elementos
antrópicos (pinares de repoblación, cultivos, caminos, carreteras,
autovías, zonas afectadas por incendios forestales, explotaciones
mineras, canteras y un interminable etcétera). En esta lista de
elementos humanos que ocupan y se apropian del paisaje no cabe
la menor duda de que los parques eólicos tienen una preponderancia
nada desdeñable y que los estudios de impacto visual quedan,
sencillamente, en un burdo trámite admninistrativo...

Conjunción vespertina desde El Padul

                              


                             
                              La conjunción protagonizada por Saturno y Marte con la estrella
                              Spyca, Alfa Virginis, está llegando a su fin; pronto cumplirán su ocaso
                              helíaco y ya no volverá a vérseles en el cielo hasta el mes de noviembre
                              pero al amanecer.  En la fotografía de la izquierda se observan
                              débilmente por detrás del rifirraafe lumínico nocturno de El Padul.
                              En la de la derecha sobrevuelan al crepúsculo la Sierra de las Albuñuelas,
                              también visto desde los cerros paduleños. Las imágenes fueron tomadas
                              el sábado 25 y el domingo 26 de agosto respectivamente.
                              En ambos casos Marte está a la izquierda y a la derecha se hallan Spyca
                              abajo y Saturno arriba.

La Oraá


Dos tomas de la preciosa Piedra-ventana del Padul que los lugareños llaman muy apropiadamente 'la Oraá'. Se sitúa a 1420m de altitud. Todo un monumento natural... La imagen superior la tomé el sábado 25 de agosto. La inferior la recababa al día siguiente; en ambos casos con la tarde ya bien avanzada.
Volver después de noche por las hermosas veredillas del Manar es todo un privilegio, más aún en estas fechas cuando una ya crecida luna vino a sustituir a la luz del día en su retirada.

jueves, 23 de agosto de 2012

Conjunción múltiple en Quéntar


Esta imagen está tomada la tarde-noche del 21 de agosto en Quéntar. Hay un triángulo de estrellas sobre la Luna; dos de ellas son, en verdad, planetas. La estrellita que hay más cerca de la Luna es Spyca, la más luminosa de la constelación de la Virgen. Arriba del todo se observa al planeta Saturno que se encamina decidido a su conjunción. Por último, a la izquierda, ese puntito vagamente anaranjacdo no es sino el planeta Marte, remoto, anodino, intrascendente, pese a que tantísimos ojos estén puestos en él por haberse posado en su superficie muy recientemente el robot explorador Curiosity. Un mero puntito.. Si Giovanni Schiaparelli levantara la cabeza... Más la joven Luna creciente que vino a sumarse al cuadro antes de abandonar este sector celeste y antes de que los tres astros antes citados "caigan", irremisiblemente, al Sol. (Las manchillas que parecen nubéculas anaranjadas arriba a la izquierda, no son sino destellos producidos en la óptica de la cámara por las propincuas luces quenteñas).

viernes, 17 de agosto de 2012

Dos meses después del solsticio de verano

  

 

 

 

La puesta de Sol del jueves 16 de agosto vista desde la Loma del Duc, Quéntar. Nuestra estrella se oculta por detrás del monte conocido por los lugareños como Sotillo de la Canaleja. Se observa cómo después de una corta tregua después de la reciente y extremosa ola de calor las temperaturas vuelven a subir y el aire se vuelve a inficionar adquiriendo tonalidades sepia.

martes, 14 de agosto de 2012

Las perseidas de 2012





















Dos imágenes de la madrugada del día 12, durante la observación de las perseidas. La noche de estrellas fugaces no fue particularmente benigna. Varias horas de andar con el pescuezo doblado pendiente del cielo se saldaron con 85 estrellas fugaces vistas, 80 perseidas y 5 esporádicas. Pocas pero, eso sí, preciosas. El aire todavía andaba afecto de la recentísima ola de calor tremenda que ha azotado la Península. La calidad del fondo estrellado era regular tan sólo. Además, a las dos y media del reloj salió la Luna como un fantasmilla agobiado por la bruma horizontal.
A la izquierda se observa a nuestro satélite precedido por el planeta Júpiter, ambos en la constelación de Taurus. La rutilante Aldebarán lucía junto a ellas componiendo una bella e irrepetible triangulación.
A la derecha y con los primeros velos de la Aurora se observa al planeta Venus alzándose sobre la montaña. En el margen, fuera de cuadro, el resplandor lunar.
Una noche preciosa.
El año que más perseidas vi fue el ya alejadillo 1993. La madrugada del 12 de agosto de aquel año conté 417 y la madrugada siguiente sumé otras 287.

martes, 7 de agosto de 2012

El Lorenzo y la Catalina

El ocaso solar
El orto lunar





















La tarde viene a su fin en el estrecho vallejo del Aguas Blancas, en Quéntar. El Sol se oculta adelantado por la ladera del Sotillo de la Canaleja con su luz amortiguada por las brumas horizontales; obsérvanse diferentes nubes medias de bordes infusos incluida una virga desprendida de una de ellas. Por el lado de oriente la Luna gibosa sobresale por encima de la montaña en una toma realizada desde la entrada de la Cueva del Duc. Estos fenómenos irrepetibles ocurrieron el pasado 31 de julio. Las altas temperaturas propias de la canícula impiden que el contraste cromático sea el más adecuado debido a la turbiedad de la atmósfera.