jueves, 13 de junio de 2013

Presciencia infantil

Estas otras chiquillas corren a por el arcoiris que se ha abierto en el vallejo del Aguas Blancas, a las afueras de Quéntar. La montaña de atrás es la conocida como Jarropa (1144m de altitud). Encima de este cerro está el Queso, un nido de ametralladoras de cuando la guerra (estos hombres están locos, que diría Obelix). Con su ilusión de correr hasta el portentoso arco de colores las niñas demuestran ser mucho más cabales que los homúnculos dedicados a la milicia (es una perogrullada decirlo pero, ¡quede!) El arcoiris asomó en este cielo el 15 de abril de 2012.

El Nacimiento del Darro

Una chica feliz trepándose a un árbol en el Nacimiento del Darro, en Huétor Santillán. Una imagen que capté el 15 de marzo del año pasado, 2012 a la sazón.

El cuarto de las niñas



El mundo es de ellas; ahí están, asomadas a un balate, de vuelta a casa después de fantasear en los cerros sobre espadas, raptos, heridas imaginarias y chicos con tableta. Perros y niños disfrutan del campo de modo especial. Ellos sí aprecian en su justa medida el lujo de tener por cuarto el mundo y por techo el alto cielo. (Barranco de la Solana, Quéntar, 8 de junio del presente año)